En muchas ocasiones se nos pregunta acerca de la idoneidad o no de las actividades extraescolares y a continuación, desde el Colegio La Amistad, en Fuenlabrada, vamos a informas sobre algunas de las conclusiones.

En primer lugar debemos distinguir entre los padres que quieren que sus hijos realicen actividades extraescolares y entre los que se ven obligados a optar por esta solución. Los primeros suelen tener más claro las actividades en las que quieren que sus hijos participen, que además suelen coincidir con los gustos de los menores, mientras que los segundos, osea los que se ven obligados, suelen elegir las actividades más en función de horarios que de afición.

Lógicamente, en igualdad de condiciones, se optará por la actividad en la que el chico o chica necesite refuerzo y en caso de que no sea así será la afición la que determine la elección.

En una sociedad tan compleja como la que nos ha tocado vivir existe, para muchas familias, el problema de qué hacer con los niños cuando el colegio ha terminado pues los padres no se pueden hacer cargo de sus hijos ya que sus largas jornadas laborales se lo impiden. Hace años esta situación no se solía producir ya que en la mayoría de los hogares las madres no trabajaban, y si lo hacían, eran los abuelos los que solían hacerse cargo de los pequeños. Como esta situación es cada vez más rara ahora las actividades extraescolares se han convertido en muchas ocasiones en una especie de guardería hasta que los padres puedan hacerse cargo de los niños.

En caso de poder elegir actividad debemos pensar siempre en los propios chicos y darles, con las actividades extraescolares, un aliciente, una actividad que les relaje, que les llene. Los deportes y las aficiones suelen ser el complemento ideal a su formación aunque en ocasiones se opte por una ampliación en la formación, por ejemplo con los idiomas o la música.

Debemos tener claro que si los chicos no van alegres a estas actividades extraescolares estarán perdiendo el tiempo y lo único que se habrá logrado es tenerles ocupado pero sin ningún rendimiento. Actividades deportivas y de disciplina son perfectas ya que combinan el esfuerzo con la responsabilidad y fomenta el trabajo en grupo y el sacrificio por lo que optar por ellas es buena elección. Pero el rendimiento también lo tienen en cuenta los padres por lo que si los niños van flojos en alguna materia se opta, antes que por deportes y aficiones, por extraescolares de refuerzo.